Migraciones, masculinidades y privilegios de género.

gonzalo giambruno
10 min readAug 11, 2023

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Privilegios

Lotería del nacimiento, un privilegio.

La semana pasada cerramos presencialmente la formación de MANbassadors, que es un espacio que construye un espacio mensual de socialización que en mi caso permitió una reflexión compartida, sobre el ejercicio de la masculinidad tradicional y así he avanzado en desmontar creencias que replican de forma sutil las desigualdades de género y la violencia sexista.

Ilusion Viril — MANBASSADORS

El tema se la sesión final fue acerca de los privilegios, por esto me moviliza compartir lagunas reflexiones de lo que he estado viviendo desde hace un tiempo y como lo relaciono con lo que comparto en mi día.

Al comenzar la sesión Pedro, nos compartía esta lámina, “Privilegio es cuando tu piensas que un problema no es un problema porque no te afecta personalmente”. Situaciones de ventajas en relaciones sociales y económicas que favorecen a un género por sobre el resto.

Rasgos heredados -no voluntarios-que se convierten en ventajas sociales jerarquizadas, en vez del resultado de la meritocracia y producto del esfuerzo personal. Y me quedé conectado con este tema de los privilegios, que sin dudas tiene mucho de ancho y alto.

Esta semana también terminé un curso, “Migrando miradas: innovación para la construcción de soluciones sociales” de Ashoka y 2811, el cual como mi caso, me sirivió para hacerme nuevas preguntas como migrante.

Soy , además seguiré siendo migrante (viví en Colombia 18 años — mi hija Va, y mi esposa Fer son nacidas allá — posteriormente en Argentina 8 años, en donde nos trajimos a RRoPPe, nuestra adoptada mascota canina, y como dice la profesora Macarena Rodriguez, “Todas/os somos migrantes, solo que algunos cruzan fronteras”, Facultad de Derecho -UAH.

En este curso, me conectaba con un texto de Save The Children , llamado la Loteria del nacimiento.

El texto resume que desde el nacimiento en adelante nuestras mentes son un campo de batalla de fuerzas que compiten: Familiar, educativa, cultural, y profesional, siendo el resultado de esta batalla determina en quién nos convertimos y la sociedad que creamos.

Volviendo al curso, además de lo bueno e interesante que es revisar los datos, historias y narraciones de las migraciones, es un ejercicio necesario de introspección desde otro lugar.

Una vez más los privilegios.

Finalmente para escribir este este breve post, sumo la lectura que estoy flipando! (un homenaje a Nairobi de la Casa de Papel), llamado “La mujer invisible”, escrito por Caroline Criado Péerez, en que el libro (voy en la página 162 de 460) analiza como en el mundo construido en gran medida por y para los hombres, ignoramos sistemáticamente a la mitad de la población.

A las mujeres las invisibiliza dejando una larga mancha de sesgos de género en los datos, lo cual en mi conocimiento medianamente decente en temas de género me ha permitido identificar en mi, elementos de discriminación sistémica y perpetua contra las mujeres y que ha creado un sesgo omnipresente pero invisible con un profundo efecto en la vida de las mujeres, que ciertamente sigo trabajando para modificar. Eso lo sabré cuando termine el libro, lo compartiré en otro post.

Una vez más los privilegios.

Masculinidades y privilegios

Los privilegios masculinos de alguna forma son ventajas de que gozamos los varones sobre las mujeres por derecho de nacimiento.

Unexpected call / Daria Lada

Están tan naturalizados que cuesta imaginar que fueron imponiéndose por la ley de la fuerza y que se mantienen como norma cultural que reproducimos hombres y mujeres aunque solo nos beneficien a nosotros.

Son ventajas cotidianas que los hombres acabamos interiorizando como posición privilegiada y que por lo general pasan desapercibidas para quienes las disfrutamos y también para muchas de las mujeres que padecen sus consecuencias.

Son tan habituales que no siempre son visibles si no se les presta atención, pero necesitemos identificarlos para entender cómo los interiorizamos, mostrar las desigualdades que sostienen y diseñar estrategias para erradicarlos.

La división sexual del trabajo hace que las cargas familiares limiten la empleabilidad de las mujeres y que la paternidad incremente en los hombres, que sean menos cuestionados, que se les valore más y que se reconozca su autoridad. Es decir, que encuentren más fácil ascender y que cobren más hasta por el mismo trabajo.

Un dato que posteaba en linkedin esta semana (agosto 11/23) era sobre el informe “𝗥𝗲𝗺𝘂𝗻𝗲𝗿𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗮𝗹 𝘁𝗿𝗮𝗯𝗮𝗷𝗼 𝗮𝘀𝗮𝗹𝗮𝗿𝗶𝗮𝗱𝗼, 𝗶𝗻𝗴𝗿𝗲𝘀𝗼 𝗺𝗶𝘅𝘁𝗼 𝗲 𝗶𝗻𝘀𝘂𝗺𝗼 𝗱𝗲 𝗺𝗮𝗻𝗼 𝗱𝗲 𝗼𝗯𝗿𝗮, 𝗽𝗼𝗿 𝘀𝗲𝘅𝗼 𝘆 𝘁𝗿𝗮𝗺𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗲𝗱𝗮𝗱”, publicado por el INDEC en Argentina, que muestra que hay 21.855.410 trabajadores en la Argentina, de los cuales 12.365.814 (56,6%) son varones y 9.489.596 (43,4%) son mujeres.

𝗥𝗲𝗺𝘂𝗻𝗲𝗿𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗮𝗹 𝘁𝗿𝗮𝗯𝗮𝗷𝗼 𝗮𝘀𝗮𝗹𝗮𝗿𝗶𝗮𝗱𝗼, 𝗶𝗻𝗴𝗿𝗲𝘀𝗼 𝗺𝗶𝘅𝘁𝗼 𝗲 𝗶𝗻𝘀𝘂𝗺𝗼 𝗱𝗲 𝗺𝗮𝗻𝗼 𝗱𝗲 𝗼𝗯𝗿𝗮, 𝗽𝗼𝗿 𝘀𝗲𝘅𝗼 𝘆 𝘁𝗿𝗮𝗺𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗲𝗱𝗮𝗱

En el mismo estudio, los varones trabajaron en promedio 20,7% más horas por puesto que las mujeres en todas las categorías. El dato de comparación, con la misma fuente que entre 2016 al 2021, señaló que el 57% de los varones ocupaban los puestos de trabajo y que trabajaban un 27% más de horas.

¿Y entonces — me preguntaba al leer — los temas de cuidados, crianza y labores de hogar, quién la sigue llevando en un alto porcentaje en los hogares?.

Por lo que vemos, los privilegios masculinos nublan o tiñen la realidad.

Podriamos seguir conversando si los privilegios no ganados (el valor social que nos otorga la sociedad por el hecho de ser hombres) y el dominio consentido (la potestad y legitimidad para ejercer poder), solo que esto lo dejamos para otro post.

Por eso es necesario recordar que es más difícil desprenderse de los privilegios no ganados porque forman parte del valor social superior que se nos otorga por el hecho de ser hombres.

Población migrante y privilegios.

Las oportunidades de supervivencia de una niña o un niño no deberían depender de su lugar de nacimiento, situación económica de su padre o madre o su identidad étnica. Sin embargo, estos factores siguen determinando si las infancias, llegarán a celebrar su quinto cumpleaños; factores que para ninson una mera cuestión de suerte.

Esta lotería del nacimiento infringe el derecho de cada niña, niño o niñe pueda comenzar a transitar la vida en condiciones de igualdad.

La Loteria Moderna / Inkbyte Studios

La lotería del nacimiento, y en particular de la nacionalidad del migrante potencial, lo mide el Índice de Pasaportes Henley, que es una clasificación mundial de países en función de la libertad de movimiento de la cual disfrutan sus ciudadanos, por ejemplo, demuestra que la capacidad de una persona de entrar en un país con relativa facilidad viene en muchos sentidos determinada por su nacionalidad.

El acceso a visados también refleja de manera amplia la posición y las relaciones de un país dentro de la comunidad internacional, así como su grado de estabilidad, seguridad y prosperidad con respecto a otros países.

Los datos también transmiten información sobre otros dos ámbitos: las diferencias — volvemos a los privilegios — entre los países con un alto índice de Desarrollo Humano, pueden viajar sin visado a aproximadamente el 85% de todos los países del mundo y ser países importantes para quienes hemos migrado.

Ahora bien, las restricciones de visado que se imponen a los países con niveles muy bajos de Desarrollo Humano indican que sus ciudadanos tendrán problemas para optar a vías de migración regular.

The Henley Passport Index

Las vías irregulares (no se refiere a las personas, sino a su situación migratoria en un momento determinado) probablemente sean las opciones más realistas (si no las únicas) de que disponen los posibles migrantes de estos países.

Citizen Best/ Little friends of Printmaking

Te invito a que hagas un ejercicio de los privilegios, con tu pasaporte -del país que naciste o te hecho nacional- y con otras personas que conoces o escuchas en los medios de comunicación, o bien que recogen basura, que te traen el delivery, que te inspiras leyendo sus textos y los citas en ytus discursos, o que les sigues en redes sociales o bien suenas encontarles en el asiento del lado del avión que tomas en tu próximo viaje o bien miras con desdén en tu ascensor cuando sube con un uniforme.

Ingresa y prueba acá: Compare My Passport.

Posterior al ejercicio. ¿Cambia tu mirada de los privilegios?.

Igualdad de género y privilegios.

“Los niños parecen tener más importancia”, comparte Molly (10 años) en el podcast “Mujeres Visibles” de Visible Women, donde Caroline Criado Pérez destaca cómo la ausencia de datos y diseño inclusivo en relación al uso del espacio público por parte de mujeres y niñas conduce a la creación de entornos urbanos diseñados principalmente para el género por defecto: el masculino.

Visible Woman — Caroline Criado

En su notable libro (lo siento, pero me ha brindado gran disfrute), se menciona el caso de las áreas de juego, aunque me aventuro más allá de este ejemplo.

La optimización de procesos, la priorización del transporte vehicular sobre el peatonal y la densificación urbana tenían como objetivo el desarrollo de una ciudad más productiva y eficiente, impulsando los indicadores económicos. Todos estos ámbitos, históricamente atribuidos a los hombres debido a su mayor participación en el mercado laboral, siguiendo una lógica de proveedores.

Esto condujo a que, en la planificación y diseño urbano, las necesidades y experiencias de las mujeres fueran pasadas por alto, excluyéndolas como parte integrante y usuarias activas de la ciudad. Esto marca un punto crucial al considerar la estructura social y espacial de las ciudades actuales desde una perspectiva de género, tal como lo plantea la autora.

Hoy en día, es posible que las ciudades no giren únicamente en torno a la industria, sino que estén comenzando a girar en torno a sí mismas, transformando el espacio en una nueva forma de producción-reproducción del capital y del patriarcado, convirtiéndolo en un terreno en constante disputa.

Este modelo expansivo y desregulado de la ciudad trae consigo no solo desigualdades socioeconómicas y segregación espacial, sino también las de género que se experimentan a diario, y que deberían ser el foco de las políticas urbanas y sociales del país.

Desde mi retorno a Chile, hace un año, he observado un marcado crecimiento en la ciudad en la que resido. Sin embargo, este crecimiento no se limita solo a los centros comerciales, lo cual puede entenderse como un fallo en el diseño del consumismo (puedes explorar más sobre el tema en el libro del profesor Tomás Moulian, “El consumo me consume”), que desde la década de 1980 se ha basado en la construcción masiva de viviendas sociales a través de subsidios que otorgan un gran poder al sector privado en el desarrollo urbano-residencial.

Estas viviendas, con muy pocos metros cuadrados, suelen ubicarse en comunas periféricas donde se ha concentrado la población de vivienda social, formando áreas homogéneas de pobreza sin acceso a equipamientos ni servicios adecuados.

Ciertamente no como la imagen de abajo.

Para las mujeres y madres solteras, esta situación genera conflictos significativos, ya que implica una reubicación lejos de las redes comunitarias y familiares, lo que dificulta aún más el cuidado de los hijos, llegando al punto en que a veces se ven obligadas a abandonar sus trabajos, buscar empleos más cercanos o incluso renunciar a la posibilidad de acceder a viviendas sociales debido a la presión de sus roles predefinidos de cuidadoras y madres.

En el caso de familias numerosas, se observa una dinámica similar: generalmente, se asigna a las mujeres el rol de amas de casa y cuidadoras principales en el hogar. Esto coincide con los datos presentados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que señala que en los países en desarrollo, los hombres dedican en promedio 1,5 horas a labores no remuneradas en un día de trabajo de 8 horas, mientras que las mujeres destinan cuatro horas de una jornada total de 9,5 horas al mismo tipo de labores.

Esta creciente participación femenina en el empleo urbano contrasta con la situación masculina, ya que las mujeres, además de tener un papel activo en la economía, siguen asumiendo la mayor parte de las responsabilidades domésticas. Esto resulta en un efecto doble: una ilusión de reconocimiento y derechos, junto con una explotación duplicada, generando desafíos adicionales y limitando las oportunidades laborales.

Todo lo anterior no solo implica un problema laboral, sino que también aborda cuestiones de privilegios de género, como el hacinamiento, la violencia intrafamiliar, los asaltos y la ocupación de espacios públicos por parte de hombres, dejando poco espacio para las mujeres y niñas. El ejemplo en México, que mencionas, resulta interesante para analizar y potencialmente replicar.

Contemplar la ciudad y la planificación urbana desde una perspectiva de género se convierte en una necesidad imperante para revisar los privilegios existentes. Esto podría llevar a la visibilización y mejora de las condiciones en nuestras ciudades a través de un enfoque integral e inclusivo de género.

A modo de cierre.

Ciertamente escribir este post, no me implica tener resuelto el tema de mis privilegios, solo me permite identificar que debo avanzar en muchas de las aristas que comparto.

Y seguir trabajando.

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gonzalo giambruno

Ciudadano promedio. Interesado en temas de IA, Sostenibilidad, Diversidad. Los viernes suena la playlist : Friday I’m in Love -The Cure